Utilizamos cookies propias y de terceros para ofrecer nuestros servicios y recoger datos estadísticos. Continuar navegando implica su aceptación. Más información

Aceptar

Noticias

Volver
EL INVIERNO DE 2022 CONTRA LAS CUERDAS

EL INVIERNO DE 2022 CONTRA LAS CUERDAS

03-02-2022
Estamos casi en el ecuador del invierno y los datos meteorológicos en Catalunya empiezan a perfilar un primer trimestre de 2022 anticiclónico y monótono, como si se disfrazara del invierno de 1988 a 1989, cuando el anticiclón, tozudo, no nos dejó respirar prácticamente ni un solo día. Este año el núcleo de altas presiones se ha localizado entre Francia y las islas británicas y, al menos, hasta el momento, nos ha inyectado un flujo del norte a nordeste frío y seco que ha mantenido una temperatura baja, digna de la época del año.
 
Ante este relato, el nivel de conformismo del meteorólogo aficionado sería muy bajo si se da por bueno este bagaje, pero siempre hay situaciones peores y el periodo anticiclónico del invierno de 1988 a 1989 lo fue. Hace 33 años teníamos el anticiclón encima con el colchón cálido triturando las temperaturas mínimas y erradicando las heladas en casi toda Catalunya. Todo el contrario sucedió el pasado enero, cuando presumíamos de heladas que eran extensas y frecuentes en todo el interior, prelitoral e incluso tramos de la costa de Catalunya.
Ahora bien, que el árbol no nos tape el bosque. La realidad es que el comportamiento atmosférico este invierno está siendo de lo más aburrido en la mitad occidental de Europa, donde se encuentra Catalunya y la Península. Una sucesión de anticiclones han bloqueado la circulación atlántica en latitudes medias y han ido desviando las borrascas hacia el norte de Europa y, de rebote, hacia la Europa del este, donde disfrutan, como niños pequeños, de nevadas en la misma Atenas.
En nuestra casa, la precipitación de enero se ha restringido únicamente el día de la víspera de Reyes con registros de lluvia francamente escasos, que no ayudan a paliar un déficit hídrico que arrastramos del pasado 2021. De esta manera, se ha puesto punto final a una racha de eneros extremos iniciado el 2020 con el temporal Gloria y seguido el 2021 con la Filomena. Enero de 2022 será recordado por los días grises de niebla en la llanura de Lleida, por las acusadas inversiones térmicas entre los valles y montañas, que el día 2 de enero nos dejaba la fríolera diferencia de 18 grados entre Vacarisses y Montserrat con -1 °C y 17 °C respectivamente de temperatura mínima.
Toda esta monotonía anticiclónica podía pasar desapercibida hace unos meses o en otro contexto diferente del actual. Sin embargo, la situación de sequía que vive el territorio nos obliga a que pongamos la lupa y averiguamos cuándo se romperá este patrón seco. Las reservas de agua de las cuencas internas de Catalunya según el ACA están, a día 3 de febrero, en torno al 56%, mientras hace justo un año se situaban en torno al 85%. El paisaje en el Pirineo es, cuando menos, un poco decepcionante, ya que las vertientes de las montañas lucen una capa de nieve más bien fina. De hecho, el sector turístico y de esquí vive de las ya lejanas nevadas abundantes de principios de diciembre y de la producción de nieve de cultivo. De momento, el discurso no es alarmante, pero hay que estar al acecho, puesto que la primavera tendrá un papel clave para afrontar los meses de verano. Si las lluvias de la primavera nos esquivan, como ya "pincharon" en el 2021, el próximo verano entraremos seguramente en fase de alerta por falta de agua.
 
Después de esta pincelada del futuro más reciente, centrémonos en el presente que es digno de estudio. El invierno está "KO" contra las cuerdas. Enero ha sido 90% anticiclónico y febrero va de camino a seguir la misma dinámica. Hasta prácticamente mediados de mes, el anticiclón será el amo y señor de la atmósfera en la Europa occidental copiando la misma película que enero. Hacia la tercera semana de febrero podríamos tener un breve respiro con alguna borrasca poco activa. En todo caso, se trataría previsiblemente de fenómenos meteorológicos puntuales asociados de poca precipitación. Las tendencias indican que el resto de mes las dorsales anticiclónicas se volverían a adentrar hacia la Península y el escenario no variaría mucho al actual. Si nos fijamos en otros indicadores del comportamiento atmosférico del hemisferio norte, apuntan que la corriente en chorro (un cinturón de vientos de gran velocidad que circulan a 11 km de altura) continuará perpendicular y robusto, sin titubear. Eso se traduciría en probabilidades muy bajas de descolgamientos de aire frío procedentes de latitudes polares, donde el vórtice polar se retroalimenta sin insinuar síntomas de debilitamiento.
El escenario para el resto de invierno no es muy optimista en cuanto a precipitaciones o dinamismo atmosférico y parece que se tendrán que depositar todas las esperanzas al mes de marzo o incluso, al abril. ¿Llegará el invierno sobre la bocina?
Marc Silvestre Gelices
TAIKOMETEOROLOGIA, S.L.
Contacto

CONTÁCTANOS
SIN COMPROMISO