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METEOROLOGÍA EXTRATERRESTRE

08-05-2017

Ser meteorólogo muchas veces no es nada fácil. Cambios repentinos de tiempo con tormentas y fenómenos violentos como tornados o huracanes nos dan más de un dolor de cabeza. ¿Habéis pensado alguna vez cómo sería hacer previsiones del tiempo en otros planetas del Sistema Solar? ¡Para volverse loco!

En Venus, por ejemplo, nuestro planeta “gemelo”, nos quedaríamos cortos hablando de olas de calor. Allí la temperatura media en la superficie es de 430 grados centígrados! El efecto invernadero es extremo! También llueve… ¡pero ácido sulfúrico! Su atmósfera es tan densa que la presión es 90 veces la de la Tierra. Marte parece un planeta estéril, y a duras penas tiene atmósfera. Sin embargo, a menudo se producen tormentas de tierra muy final ¡que pueden rodear todo el planeta! También se gestan “tornados de tierra” como los “diablillos” de nuestro planeta, ¡pero con centenares de metros de altura! En Júpiter las tormentas pueden ser mucho más granes que nuestro propio planeta y durar siglos, con aparato eléctrico como “la Gran Mancha Roja”. En Titán, uno de los satélites de Saturno, llueven hidrocarburos como el metano a “cámara lenta”, formando lagos, ríos e incluso mares. Los huracanes más fuertes de la Tierra pueden generar vientos de más de 250 kilómetros por hora, y los tornados más potentes más de 450. ¡Un “soplido” en comparación con los vientos de Nepturno! Pese a situarse al límite exterior del Sistema Solar, en este planeta se pueden registrar vientos de hasta 2000 kilómetros por hora. En la mayoría de los casos, el “motor” que pone en movimiento la atmósfera de un planeta es el Sol. En el caso de algunos planetas exteriores, es el calor generado en el interior del propio planeta.

Pero no solo encontramos fenómenos meteorológicos y climas extraordinarios en planetas reales. En la seria original de Star Trek, por ejemplo, rodada entre los años 1966 y 1969, podemos descubrir un amplio repertorio. Encontramos planetas muy cálidos y  Capella IV, Ceti Alpha V o Dozaria con escenas rodadas en el desierto del interior de California añadiendo filtros amarillos o rojizos para enfatizar la sensación de “agobio”. En Daemon, por ejemplo, ¡la temperatura no bajaba de los 230ºC! Planetas fríos como Alpha 177 ¡con temperaturas inferiores a los -120ºC! Evidentemente, los protagonistas se tenían que tapar con “rebequitas”, como muestra la imagen adjunta. En el planeta Farengina siempre llovía a cántaros e incuso en el planeta Gamma Trianguli era un ordenador el que decidía el tiempo que hacía.

Como podéis ver, ¡la necesidad de predicciones meteorológicas precisas y de calidad no sólo necesario aquí, en la Tierra!

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